Septiembre 29

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

COLOSENSES 3:5-11 SEÑOR: RESUELVO MANTENER DOMINADO AL VIEJO HOMBRE

“Quienes hemos sido salvados no solo tenemos el poder de no permitir que nos domine nuestro oscuro pasado, sino que, además, tenemos el poder para vivir un extraordinario presente como salvados.”

Quienes hemos experimentado la regeneración y hemos dado todos los pasos que Dios nos va indicando para que vayamos realizando la conversión de nuestras vidas, podemos mantener firmemente dominado al viejo hombre que quiere que vivamos pecando. Nuestro más grande desafío es tener al viejo hombre bien dominado.

Ningún cristiano maduro es dominado por el viejo hombre. Por su madurez sabe cómo lograr que el nuevo hombre venza regularmente al viejo hombre que intenta que sigamos viviendo la vida antigua. En ciertos momentos el viejo hombre logrará incitar al pecado, pero porque el Espíritu Santo redarguye el hijo de Dios se arrepiente y con su ayuda y restauración, vuelve a vivir en comunión.

El viejo hombre que quiere vivir en el pasado solo sigue afectando a quienes pierden su intimidad con Dios y se dejan seducir por el engañador que motiva a los hijos de Dios a perder el celo por la santidad.

Ningún cristiano puede decir que siempre domina a su viejo hombre, pero sí los maduros pueden decir que generalmente lo mantienen dominado y cuando éste los vence y los motiva al pecado, rápidamente se arrepienten para restaurar la relación saludable con su Padre amoroso que está siempre listo a perdonarnos de toda maldad. El cristiano maduro que domina al viejo hombre no se deleita en la maldad ni mantiene largos períodos de rebelión, puede fallar temporalmente, pero se arrepiente de corazón y vuelve a buscar la comunión.

Pablo dice: “12 No quiero decir que ya haya logrado estas cosas ni que ya haya alcanzado la perfección; pero sigo adelante a fin de hacer mía esa perfección para la cual Cristo Jesús primeramente me hizo suyo. premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús.”

Dios nos hizo suyos para que vivamos como amados miembros de su familia. Nos buscó para que disfrutemos de la santidad. Cuando el cristiano maduro se arrepiente, lucha por mantenerse en victoria pues sigue amando a su Señor y sigue intentando vivir como un hijo maduro que ama a su Dios y disfruta la salvación recibida, porque para eso Dios lo trajo a su familia.

Compromiso:

Señor, me comprometo a mantener dominado a mi viejo hombre y arrepentirme rápidamente cuando éste me haya presionado y yo haya aceptado vivir pecaminosamente.

LECTURAS BÍBLICAS: Colosenses 3:5-11; Filipenses 3: 12-14

 

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