Septiembre 28

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

1 JUAN 2:15-17   SEÑOR: RESUELVO RECHAZAR LA MUNDANALIDAD

“Debido a su falta de preparación, por no dominar al viejo hombre, por no vivir basados en convicciones, existen cristianos que, en vez de influenciar al mundo con sus principios y vida de santidad, mas bien ellos son influenciados por la poderosa mundanalidad.”

El viejo hombre ama la mundanalidad. La mundanalidad es un sistema de pensamiento ordenado y encabezado por Satanás, con sus ángeles caídos y demonios como emisarios y que tienen como esclavos y promotores a los no salvados. La mundanalidad agrupa pensamientos, opiniones, especulaciones, principios, esperanzas, impulsos, metas, aspiraciones, que son basadas en la naturaleza pecaminosa, que les encanta al viejo hombre y que pueden afectar aun a los cristianos inmaduros.

El cristiano que permite algo de influencia de ese sistema mundanal no puede vivir con éxito y su legado será destructivo. El sistema de filosofía mundanal esta en todo el mundo y sus emisarios lo propagan con dedicación por eso es tan fácil ser influenciado y aun despreciar algo de la cosmovisión cristiana. Son parte del sistema de pensamiento mundanal quienes piensan, escriben, opinan, crean películas, tienen programas de radio, enseñan en las universidades, educan a sus hijos, se casan, son políticos, tienen hijos, tienen empresas, crean leyes, establecen programas de gobierno y votan basados en esa mentalidad que rechaza a Dios. El sistema mundanal influencia el pensamiento de los filósofos, políticos, jueces, abogados, ingenieros, de este mundo, está metido en el sistema de relaciones interpersonales, sistema educativo, sistema comunicaciones, sistema de gobierno. Es una especie de magnetismo secular que influencia la mente y decide lo bueno y lo malo.  Este sistema está en todas partes y es como el smog. No lo vemos siempre con claridad, pero respiramos contaminación y nos va influenciando lentamente.

La mundanalidad es un sistema llamativo aun para los cristianos pues apela a las emociones humanas, es agradable a los impulsos propios de la naturaleza pecaminosa del hombre. La carne y sus deseos se siente cómoda en ese sistema. A los jóvenes, a nuestros hijos, les encanta el sistema pues les permite satisfacer sus gustos y pasiones sin restricciones. La mundanalidad no pone límites a la satisfacción de los placeres dentro de lo moral, permite todo, aunque bíblicamente sea inmoral. Este sistema mundanal apela a los deseos de la carne, de los ojos y al orgullo del corazón humano. Por eso los cristianos que se dejan influenciar buscan el éxito que satisface esas pasiones en vez del éxito al estilo divino que le permite vivir la vida cristiana exitosa y dejar un legado de valores grandioso.

Compromiso:

Señor, resuelvo mantenerme alerta y no permitir que me influencie la mundanalidad.

LECTURA BÍBLICA: 1 Juan 2:15-17

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