Agosto 25

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

PROVERBIOS 13:24  PROCESO SABIO CON FUNDAMENTO BÍBLICO

“Siendo que los padres somos los entrenadores y educadores de nuestros hijos debemos establecer un sistema de disciplina sabio y con fundamento bíblico para cumplir con responsabilidad los requisitos que Dios exige para la paternidad y maternidad.”

Preparar a los hijos para la vida, educarlos, disciplinarlos, entrenarlos y corregirlos es una tarea muy ardua pero que debemos realizar todos los padres. Se necesita padres dispuestos a prepararse, que elijan ser pacientes, amorosos y compresivos. Padres que conozcan y utilicen las herramientas adecuadas para disciplinarlos. Al cumplir con estos deberes establecemos el sistema necesario para que nuestros hijos tengan a su disposición lo que necesitan para crecer como niños seguros y felices.

Debemos comenzar a disciplinar a los niños lo más temprano que podamos y lo hacemos desde cuando nacen pues son los padres los que le deben enseñar las rutinas que tendrán. La disciplina con fundamento bíblico, y basada en principios divinos, no es un acto rápido y producto del enojo, sino el resultado de un proceso bien planificado. La disciplina con fundamento en la Biblia es un acto de amor basado en principios bíblicos que cumple el deseo y el propósito que Dios estableció.

Observemos algunas obligaciones que son parte de este proceso:

Es esencial y primario que los cónyuges se pongan de acuerdo sobre el sistema disciplinario que debe tener como único fundamento las verdades divinas reveladas en la Biblia y deben establecerlo disciplinadamente.

Ya he comunicado está verdad anteriormente, pero es esencial repetir que este es el inicio. No importa cuanto tiempo necesiten, deben establecer un sólo sistema que sea producto de su acuerdo para que ambos cónyuges tengan el mismo sistema y lo apliquen sabia, justa y responsablemente, aun cuando uno de los cónyuges no esté presente.

En la primera parte del proceso debemos realizar las advertencias sobre las fallas cometidas y advertir también que siempre tendrá consecuencias por sus actos de desobediencia.

La segunda parte del proceso es la identificación especifica de la falta cometida y hacer conocer al niño el inicio del proceso disciplinario.

El tercer paso del proceso es la exhortación. Es una conversación mas formal en la que los padres deben identificar claramente la ofensa y mostrar el enojo que experimentan por el acto de desobediencia.

El cuarto paso es hacerle conocer al hijo cuales son las consecuencias que tendrá por su desobediencia y permitir las consecuencias y hacer conocer el castigo por la desobediencia.

Compromiso:

Señor, me comprometo a ponerme de acuerdo con mi cónyuge y establecer un justo sistema disciplinario que se fundamente en la ética bíblica para tener la disciplina de seguir todos los pasos con fundamento bíblico.

LECTURAS BÍBLICAS: Proverbios 13:24; 22:15

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