Marzo 30

Transformación: Principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

ROMANOS 12:18 CUANDO LA RECONCILIACIÓN ES IMPOSIBLE

“Cuando pese a dar todos los pasos bíblicos, la restauración de las relaciones rotas no es posible, debemos elegir las palabras, actitudes y acciones que por ser tan bíblicas permiten que nuestra paz con Dios y personal si sea posible.”

Pablo es mi ejemplo para seguir y uno de los cristianos que cometió pecados terribles antes de ser cristiano y pese a su arrepentimiento, sin duda, no pudo reconciliarse con todas las personas que ofendió. En un mundo perfecto podríamos reconciliarnos con todos los que hemos ofendido y todos los que nos han ofendido, pero para la reconciliación se necesitan dos creyentes dispuestos a humillarse ante el Señor y perdonarse mutuamente. Eso, es lo que permite el poder del evangelio, Dios nos reconcilia con Él y nosotros podemos reconciliarnos con los demás, pero debe ser una obra de Dios, moviendo el corazón de la persona que pecó, así como también de aquellos contra quienes pecó.

Dios tiene la intención de que las familias vivan unidas en una relación de amor, pero también quiere y ordena que todos elijan someterse a sus principios para que todos vivan vidas saludables. Cuando uno de los miembros de la familia elige ser una persona tóxica y no desea cambiar, las relaciones saludables son imposibles y existen momentos en que, pese a todos nuestros esfuerzos y a pesar de nuestro perdón, la restauración de la relación no es posible. Dios no requiere que sus hijos mantengan relaciones cercanas e intimas con personas adúlteras, engañadoras, rencillosas, mentirosas y violentas. Dios no demanda que restauremos relaciones con quienes no quieren restaurarlas o su conducta es tan pecaminosa que, aunque digan que quieren ser restaurados, igual eligen seguir en sus pecados.

Como consejero cristiano veo la reconexión y la reconciliación como el resultado más deseable, pero la verdad sea dicha, a veces el resultado más deseable de la persona abusada es la separación.

En las relaciones entre los seres humanos pueden ocurrir cosas terribles y podemos otorgar el perdón, pero no siempre la restauración. Hay actos tan perversos o personas tan necias que no quieren arrepentirse ni cambiar, que la reconciliación no es posible. Cuando la relación se ha convertido en violenta y destructiva y el abusador está poniendo en peligro la vida de la persona o cuando el adúltero quiere mantenerse en su adulterio, por el bienestar de la persona, la reconciliación no es posible. Cuando se han dado los pasos bíblicos de confrontación y la persona no quiere arrepentirse, la reconciliación es imposible. Cuando la cordura, la salud y aun la propia vida de la persona abusada está en peligro, no debe existir la restauración. Cuando un miembro de la familia ha sido abusivo por mucho tiempo y pese a las intervenciones no ha realizado cambios aun cuando los promete, mantener la relación puede ser inseguro y aun a veces peligroso.

Compromiso:

Señor, me comprometo a adquirir el conocimiento bíblico para determinar cuando la restauración de las relaciones es imposible.

LECTURA BÍBLICA: Romanos 12:18

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