“Nunca elija una vida oculta”

“Si somos hijos de Dios y creemos que Él es omnisciente, omnipresente y omnipotente entonces debemos luchar por vivir una vida transparente. Si no podemos ocultar nuestra vida de Dios, vivamos con tal integridad que no necesitemos ocultarla delante de los demás.” 

Un noticiero de televisión informó que Camilo Hurtado Campos, un entrenador de fútbol infantil de 63 años de Tennessee olvidó su celular en una pizzería de la ciudad de Franklin. El empleado lo entregó a la policía y descubrieron que se filmaba violando niños inconscientes, el menor de ellos de solo 9 años de edad. Buscaba niños para entrenarlos, se ganaba la confianza, los invitaba a su casa y allí los drogaba y los violaba. Fue arrestado y acusado de violación y explotación sexual de menores. (Univisión, publicado 11 julio de 2023) 

Pregunta: ¿Qué descubriría la policía, su cónyuge, sus padres, sus hijos, si usted olvidara su celular? 

En la biografía sobre el novelista colombiano y Premio Nobel Gabriel García Márquez, el autor Gerald Martin recuerda esta frase el escritor “Toda persona tiene tres vidas: una vida pública, una vida privada y una vida secreta.” Interesante, 1. Una vida pública puede ser en el trabajo, iglesia, y otros contextos públicos; muestra lo que somos fuera del hogar. 2. Una vida privada es lo que somos con familiares y amigos cercanos. 3. Una Vida Secreta, este es el lado de la vida conocido solo por un individuo y también por Dios, puede incluir los pensamientos privados y las acciones secretas malas y pecaminosas, allí están las ideas y pensamientos que vienen automáticamente y que pueden conducirnos a pecar, aunque no siempre lo hagamos.  

Podemos tener pecados secretos del pasado que nadie necesita conocer si los hemos abandonado y solo queda el recuerdo inolvidable del pecado cometido. 

Mientras más grandes son las diferencias que elegimos entre estas tres manifestaciones de nuestra vida, menos maduros somos y más tendemos al pecado.  

En vista de esta realidad qué podemos hacer: 

-Primero: Nadie puede borrar su pasado y todos somos como la luna y tenemos un lado oscuro que no queremos que nadie vea. Si tiene pecados escondidos, confiéselos a Dios y tenga paz, si todo está en el triste pasado y no en su presente. Recuerde que Dios perdona todo pecado de todo pecador arrepentido. 

-Segundo: Si existen pequeñas diferencias entre su comportamiento privado y público y nada grave o pecaminoso, es natural que existan. Podemos ser más introvertidos en el trabajo que en casa, los más sanos bromistas entre amigos y menos con la esposa porque ella es más seria y no le gustan las bromas. Pequeñas diferencias de estilo no son malas ni perjudiciales.  

-Tercero: Si su ética en casa y la iglesia es diferente de su ética pública, entonces tiene un serio problema que debe ser corregido. 

Lo que García Márquez no dijo es que delante de Dios solo existe una forma de vida y esa siempre debe ser nuestra meta. Si no aceptamos la hipocresía, si practicamos la moral bíblica y comprendemos que Dios es omnisciente, omnipotente y omnipresente, debemos saber que Dios conoce todo. No tenemos por qué confesar nuevamente pecados confesados a Dios ya perdonados y permanentemente abandonados.  

Si se le perdiera, ¿qué se descubriría en su celular?, ¿tiene usted claves o páginas ocultas en las redes sociales porque no quiere que nadie descubra áreas pecaminosas que prefiere esconder?, ¿mantiene en mente siempre y vive pensando que Dios es omnipotente, omnisciente y omnipresente?.

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