Junio 23

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

ROMANOS 6:23 LA CULTURA Y EL PECADO

“La paga del pecado es la muerte eterna en el infierno. La cultura quiere eliminar la horrible verdad de que existe el infierno y el diablo engañador. Dios y la Biblia confirman la existencia del pecado y también nos entregan las buenas noticias de que existe vida eterna junto al Rey y Salvador. “

Todo pecado es un acto de rebelión contra Dios y ningún cristiano debe elegir vivir en pecado. Todo cristiano peca, pero solo viven en pecado aquellos a quienes Dios no ha salvado o algún cristiano rebelde que por Dios vivirá disciplinado. Eso es lo que la Biblia enseña, aunque la cultura lo niegue.

Vivimos en una cultura que se ha acostumbrado a jugar con el pecado y trivializar cualquier noción del infierno y tristemente, algunos cristianos hacen lo mismo al no darle la importancia que tiene el hacer morir lo terrenal en su vida, y tomar a Dios y su disciplina en serio.

El concepto de pecado tal como es presentado en la Biblia prácticamente ha desaparecido de nuestra cultura en general. Incluso esto ha ocurrido dentro de algunas iglesias que luchan para adaptarse a las sensibilidades modernas y no predican abiertamente contra todo pecado. De hecho, las fuertes palabras bíblicas que condenan el pecado han sido eliminadas de algunas congregaciones y por supuesto, del vocabulario de la sociedad. Según este nuevo lenguaje inclusivo la gente ya no comete adulterio; en cambio, tienen una aventura. Los ejecutivos corporativos no roban; cometen fraude y la práctica de la homosexualidad ya no es pecado, sino un estilo de vida diferente.

Al mundo le conviene eliminar la idea de pecado y eso es lo que enseñan a los niños, a los jóvenes. Dicen que no existe pecado, que no existe maldad, que nacemos buenos, y nada de eso es bíblico.

Este sistema anti-Dios ha cambiado definiciones de palabras o ha creado palabras nuevas. En esta cultura anti-Dios no existe pecado solo error, equivocación, error de juicio, debilidad, desajuste psicológico, un tropiezo, cualquier cosa menos pecado.  A los frascos de veneno espiritual le han puesto nuevas etiquetas y así tienen nueva terminología que hace apetecible el veneno moral. Un hombre hoy no es borracho, hoy es alcohólico, ya una mujer no es ramera, hoy es prostituta o como dicen en Colombia, una prepago. Un hombre ya no es un hombre ladrón, hoy es un malversador.

La Biblia dice, por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres por cuanto todos pecaron. Esa enseñanza bíblica no debe ser evitada en la iglesia moderna. En estos días de tanto libertinaje, de legalización de lo que la Biblia define como pecado, en esta era sofisticada, pero enferma de pecado, se necesita más que nunca que enseñemos sobre la verdad del pecado. Aunque a la cultura y los enemigos de Dios no les guste, nuestro deber es seguir llamando al pecado como Dios lo llama, pecado.

Compromiso:

Señor, me comprometo a no permitir que la cultura anti cristiana me convenza de no llamar pecado a lo que la Biblia le llama pecado aunque nadie más lo acepte.

LECTURAS BÍBLICAS: Romanos 6:23, 1 Juan 3:9

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