Junio 27

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Quincuagésima primer semana: El pecado: sus raíces, nuestras consecuencias y nuestra victoria.

FILIPENSES 1:3-10  ES POSIBLE NO SER CONTROLADO POR EL PECADO, AUNQUE USTED NO LO HAYA LOGRADO

“El cristiano tiene en su interior una batalla encarnizada para evitar vivir en pecado. No podemos vivir sin ningún pecado, aunque estemos luchando, pero sí podemos impedir que la vida pecaminosa nos siga dominando.”

Todos los cristianos sabemos cuán difícil es vivir sin pecar. Mejor dicho, es imposible que seamos totalmente santos. La Biblia no nos enseña que viviremos sin pecado, pero sí que tenemos el deber de que si somos realmente salvados nos preparemos para evitar vivir en constante pecado.

Al tratar de estudiar el tema del pecado me doy cuenta de que la mayor parte de los sermones, libros y artículos sobre este tema hablan en gran medida de nuestra responsabilidad. Y tenemos toda la responsabilidad por nuestros pecado, pero solos no podemos vivir en victoria. Tenemos una gran responsabilidad como deudores de la gracia de Dios para obedecer y vivir de la manera que se supone que debemos hacerlo. Pero nunca debemos olvidar también que Dios está involucrado en nuestra victoria y que sin Él es imposible lograrla. No debemos olvidar lo que Dios ha hecho, tampoco lo que somos en Dios, y muchos menos las promesas de Dios, los recursos que Dios nos ha dado y además, que Él nos ha garantizado la victoria.

A veces sentimos como si estuviéramos solos en esta lucha, pero la Biblia nos dice que no estamos solos en esta batalla. Nuestro Padre celestial también está muy preocupado de la forma como vivimos y de nuestra victoria y su Espíritu Santo está listo para traernos convicción, para iluminarnos y para exhortarnos cuando vamos camino al pecado. Tristemente muchos cristianos no le hacen caso. Pero, Dios también está preocupado que conozcamos cuándo nos acercamos al pecado, cuándo estamos jugando con él y cuándo pecamos. Él quiere que sepamos porque pecamos, las consecuencias y la forma de abandonar el pecado y qué debemos hacer para ser perdonados y restaurados. Es Dios el que, a sus hijos, recuerde, a sus hijos, nos ha provisto de la salvación, la justificación y nos provee la santificación. Porque somos justificados también somos santificados y cuando conocemos su palabra, y la aplicamos, tenemos obras de santidad que revelan que, por nuestra obediencia, estamos practicando santidad que Dios nos ha provisto.

Nuestra obediencia disciplinada de la verdad es la práctica de la santificación que Dios nos ha provisto. Somos parte de un proceso continuo para tener la imagen de Cristo Jesús. Es un proceso que Dios usa en nuestras vidas para purificarnos. Nuestro Dios está involucrado en nuestros éxitos y nuestros fracasos y nos sigue mostrando nuestras debilidades y nuestro camino hacia la madurez. Él está activo en nuestras vidas y nosotros debemos estar activos creciendo en nuestra fe, creciendo en el conocimiento de la verdad, viviendo la verdad, defendiendo y enseñando la verdad.

Compromiso:

Señor, me comprometo a ser más sensible a la voz del Espíritu cuando me advierte y cuando me corrige y conocer más la verdad para poder ser obediente y vivir en santidad.

LECTURA BÍBLICA: Filipenses 1:3-10

 

Comments (1)

Leave a comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *