Septiembre 25

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Décimo segunda semana: la comunicación en la relación matrimonial.

PROVERBIOS 12:18  LA COMUNICACIÓN DIVINA: EJEMPLO PARA LOS MATRIMONIOS HUMANOS

“La comunicación bíblica y saludable es esencial para que se desarrollen las relaciones conyugales al estilo que Dios las planificó. La falta de sabiduría para comprenderla y realizarla no solo afecta a la persona y produce frustración, sino que también afecta al cónyuge y puede producir en la relación conyugal una seria destrucción.”

Es imposible describir la gran importancia que tiene la comunicación en todas las relaciones y la relación matrimonial no es la excepción. En la profesión que tengo es esencial prepararse para practicar los más altos niveles de comunicación. Mis errores en la comunicación de los principios que enseño pueden provocar pequeñas fallas o una terrible destrucción pues muchas personas están esperando lo que con excelencia comunicamos.  Es mi responsabilidad investigar la verdad bíblica, asegurarme que la interpreto con sabiduría, y comunicar el mensaje divino con responsabilidad, claridad, certeza e integridad. Esa también es la obligación que tiene todo cónyuge. Recuerde que, por medio de palabras, actitudes o comportamientos, nunca dejamos de comunicarnos y que comunicar fielmente, sin engaños, con claridad, abierta y honestamente, es esencial y una obligación de todo cristiano.

Cuando no buscamos con dedicación entender una situación, cuando actuamos sin investigar, cuando no conversamos con la intención de explicar con sabiduría y de entender con prudencia preparamos el terreno para los conflictos más serios. Debemos utilizar organizar nuestras ideas con sabiduría, comunicar la verdad que deseamos con prudencia y con las palabras más respetuosas y más precisas. Nuestro deber es poner atención para investigar lo que se nos quiere comunicar y nunca estar pensando en como destruimos o ignoramos lo que nuestro cónyuge nos está diciendo. Nuestro deber es no juzgar las motivaciones que tiene el cónyuge al decirnos lo que nos está comunicando sino comprender el mensaje que se nos está comunicando.

Nuestro deber es responder con respeto y comunicar con claridad cuales son nuestros sentimientos, nuestras ideas, nuestras determinaciones o nuestros planes y debemos hacerlo en el momento, de la forma y con la actitud apropiada.

La comunicación buena, sabia y saludable es esencial para revelar, transmitir información que nuestro cónyuge debe conocer. Debemos aprender a expresar libremente los pensamientos, inquietudes, problemas, dudas, con sencillez y honestidad, eligiendo no solo ser un buen comunicador de nuestras ideas sino un buen receptor de las ideas de nuestro cónyuge.

Compromiso:

Señor, me comprometo a aprender a comunicar mis sentimientos, planes, desacuerdos e ideas con sabiduría para convertirme en un receptor sabio que intenta comprender bien y un comunicador sabio que intenta comunicar bien.

LECTURA BÍBLICA: Proverbios 12:18; Efesios 4:25,29-31; Santiago 1:19

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