Julio 27

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Tercera semana: usted y la vida piadosa.

ROMANOS 12:1-3   RENDICIÓN: Condición inevitable para quienes quieren vivir piadosamente.

“Los hijos de Dios que viven una vida piadosa logran la madurez que Dios demanda. Ellos no sólo están contentos con un Cristo Salvador, además, se esfuerzan por someterse con alegría y en todas las áreas de su vida al Cristo que debe ser su Rey y Señor.”

La rendición requiere que el cristiano se someta integralmente, en todas las áreas de su vida a quien no sólo debe ser su Salvador sino también su Señor. La rendición es la disciplina más difícil entre todos los ejercicios que Dios exige y que tienen como meta entregarnos las herramientas esenciales para que podamos vivir piadosamente.

Una definición sencilla de la palabra RENDIRSE:

Defino la sumisión como la actitud de permanente Respeto por nuestro Señor, que Expresamos amándolo integralmente; Negándonos a hacer lo que va contra su voluntad fielmente, Despojándonos de lo que impida la comunión con Él, Intentando conocer su voluntad constantemente, Renunciando a decidir unilateralmente, Separándonos de las relaciones indebidas y Eligiendo vivir humildemente.

Tome la decisión de hacer todo esfuerzo por cumplir con las declaraciones de este acróstico con la palabra RENDIRSE. Que éstas sean sus promesas:

Respetaré tu soberanía y autoridad y reconocer mi falta de poder y debilidad. Me someteré a ti como mi Señor, Rey y Amo de mi vida.

Expresaré sinceramente, con actitudes, canciones y acciones mi amor integral por ti en respuesta al amor incondicional que tú me has dado.

Negaré la satisfacción de mis pasiones y todos los deseos que van en contra de tu voluntad.

Despojaré mi vida constantemente de todo lo que impida la comunión contigo.

Intentaré siempre dedicar tiempo para conocerte más y más a ti Señor.

Renunciaré a mi tendencia a tomar determinaciones unilaterales y buscaré la guía de tu Palabra.

Separaré mi vida de todas las relaciones humanas que me impiden la adecuada comunión y servicio a ti.

Elegiré constantemente tener una actitud de mansedumbre y humildad.

Ore al Señor y dígale:

“Señor, quiero vivir rendido totalmente a ti. Ayúdame a cumplir con estas determinaciones. He decidido no solamente respetarte y vivir agradecido porque eres mi Salvador, sino también sometido porque he decidido declararte mi único Señor. Haré mi mejor esfuerzo para vivir en santidad, practicando todos los ejercicios que son necesarios para vivir en piedad.

Lectura bíblica: Romanos 12:1-3; Lucas 3:23-26

Leave a comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *