Mayo 6
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
PROVERBIOS 22:6 TRANSMITIENDO LA FE BÍBLICAMENTE
“La sociedad depende de las teorías e ideologías de los hombres y por ello, cada uno elige su moralidad y el tipo de familia que desean elegir. Los cristianos tenemos la obligación de que todos los miembros de la familia vivan bíblicamente y es nuestro deber prepararnos para transmitir nuestros valores sabiamente.”
Algunos cristianos no están cumpliendo con la orden divina de transmitir su fe a la próxima generación y, como resultado, la forma en que Dios diseñó el funcionamiento de la familia no está siendo traspasada y los matrimonios jóvenes tienen serias dificultades pues su nueva mentalidad influenciada por el humanismo, no encaja con las lógicas restricciones del cristianismo. La vida de restricción moral bíblica no encaja con las exageradas libertades que otorga el progresismo.
Innumerables padres hoy en día están dejando atrás la fe genuina, la confianza en Dios y la difícil tarea de practicar moralidad cristiana. Algunos viven su vida devocional en el templo, pero no viven la moralidad cristiana en sus hogares lo que deja en sus hijos por lo menos un serio signo de interrogación o les prepara para no amar a Dios porque viven decepcionados y creen que el cristianismo ha fracasado. Cuando los padres cristianos fallan al no practicar su fe en medio de la familia, nada de Dios ha fallado, son los padres los que deciden actuar hipócritamente.
Aunque la Palabra de Dios da instrucciones específicas sobre cómo mantener y transmitir la fe, muchos han abdicado a este mandato y lo que están transmitiendo no es su fe y tampoco su teología, doctrinas y moral bíblica, sino un sistema religioso de devoción aislado de la práctica de la fe. En un esfuerzo por alentar la fe auténtica y para preparar a los padres para que guíen a sus hijos bíblicamente en sus familias, la iglesia local debe acompañar a los padres y ayudarlos a comprender la verdad. Los líderes de la iglesia tienen la obligación de enseñar no solo a ofrendar, diezmar, adorar, servir, cantar y orar, sino a vivir la fe que Dios demanda que mostremos en la moral que practicamos. Nuestro deber es ofrecer y exigir la capacitación y el entrenamiento de los padres para que no solo conozcan y vivan su fe, sino que, además, la transmitan a sus hijos. El deber de los padres es vivir con dedicación su vida devocional, vivir con santidad en todas las áreas de su vida y ser entrenadores de sus hijos con sus palabras, actitudes y comportamiento.
Compromiso:
Señor, me comprometo a asegurarme de que no estoy actuando con hipocresía y a mostrar mi fe por medio de mis palabras, actitudes y acciones.
LECTURAS BÍBLICAS: Proverbios 22:6, 2 Timoteo 1:3-5